Ayer escuché una frase que me hizo pensar: La gente prefiere creer a juzgar. Se refería a la política, pero creo que se puede aplicar al resto de ámbitos de la vida de una persona. Preferimos no preguntar a ser conscientes de la realidad que nos rodea.
Pocas veces le preguntamos a otra persona lo que realmente piensa de nosotros o de algo que hemos hecho, rara vez nos preguntamos de dónde vienen nuestras "creencias" o si eso a lo que llamamos ideales son simples prejuicios disfrazados de piel de cordero. Presumimos de sinceridad, pero pocas veces nos gusta escuchar lo que otra persona nos quiere decir.
Es un extraño comportamiento que pensamos que nos mantiene aislados de todo lo malo.
Si no nos preguntamos lo que tenemos y tampoco miramos con ojos críticos nuestro entorno rara vez encontraremos soluciones a lo que nos pasa porque ni siquiera nos daremos cuenta de dónde vienen realmente nuestros problemas o los de nuestra sociedad (esa lejana palabra a la que le echamos la culpa de todo: "la sociedad es injusta", "la gente es una inculta o es mala", etc.)
Es necesaria la propia crítica y la de nuestro entorno, entendida no como censura de las acciones ajenas o propias, sino como pregunta de cómo debería ser el mundo en el que vivimos. Criticar, juzgar, buscar relaciones entre nuestras ideas y la realidad nos permite ver la vida con la luz de la razón.
Pocas veces le preguntamos a otra persona lo que realmente piensa de nosotros o de algo que hemos hecho, rara vez nos preguntamos de dónde vienen nuestras "creencias" o si eso a lo que llamamos ideales son simples prejuicios disfrazados de piel de cordero. Presumimos de sinceridad, pero pocas veces nos gusta escuchar lo que otra persona nos quiere decir.
Es un extraño comportamiento que pensamos que nos mantiene aislados de todo lo malo.
Si no nos preguntamos lo que tenemos y tampoco miramos con ojos críticos nuestro entorno rara vez encontraremos soluciones a lo que nos pasa porque ni siquiera nos daremos cuenta de dónde vienen realmente nuestros problemas o los de nuestra sociedad (esa lejana palabra a la que le echamos la culpa de todo: "la sociedad es injusta", "la gente es una inculta o es mala", etc.)
Es necesaria la propia crítica y la de nuestro entorno, entendida no como censura de las acciones ajenas o propias, sino como pregunta de cómo debería ser el mundo en el que vivimos. Criticar, juzgar, buscar relaciones entre nuestras ideas y la realidad nos permite ver la vida con la luz de la razón.
Miremos el mundo, tal vez tenga algo que decirnos.
2 comentarios:
Qué razón tienes guapa. Me encantaría encontrar a alguien que dijera lo que piensa de mí, me ayudaría mucho, aunque no sirve cualquiera, tiene que ser alguien que te conozca muy bien. Me encantan tus reflexiones. Viva Mafalda!! Besazos.
Fijate que dices, miremos al mundo que seguro q tendrá algo q decirnos...Cuanta razón llevas, pq la gente ha llegado a ser tan hipocrita consigo mismo que no sabe ni mirar en su interior para escuchar a su propio corazón....
Tú si, y tienes suertes, tenemos suerte, tú pq te oyes y los demás pq nos ayudas a escucharnos!! Besitos..
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