La vida parece que es como un columpio. A veces sientes que el viento roza tu cara mientras notas que te acercas a las estrellas y otras te alejas de tus sueños, de cierta gente, de la vida que deseabas tener.
Supongo que lo importante es ser consciente de que por nada del mundo debemos dejar de darnos impulso o dejar que alguien nos empuje por detrás, porque si paramos, luego será muy difícil volver a empezar (nos volvemos torpes y perezosos).
Lo malo de todo esto me imagino que es cuando nos lanzamos y sentimos cosquillas en el estómago de la emoción hacia cierta gente o ciertos sueños y simplemente eso se aleja o nos damos cuenta de que tanta ilusión y ganas no eran necesarios. Hay que aceptar que no todo el mundo sigue la misma oscilación y ritmo que nosotros. Hay veces que uno se acerca mientras los otros se alejan y no por ello es nada malo.
Aunque claro todo esto es la teoría...¿ALGUIEN SE MONTA CONMIGO?
2 comentarios:
Y, ¿qué me dices de esa gente que va tan rápido que termina por dar una vuelta? Vale, no tengo testimonios, pero tiene que haberlas cuando algún que otro niño tiene miedo a darse demasiado impulso por si termina en el espacio sideral xD Yo de pequeña era de las que sabía que se iba a pegar una ostia en el columpio y aún así se montaba. Sigo haciendo lo mismo a mis 20 y... algo años recién estrenados xD Igual deberías mirar quién se balancea en el columpio de al lado ;)
Miro quien se columpia al lado y miro quien me empuja a no parar de balancearme ni un solo segundo. Si no en ocasiones estaría perdida. Así que me siento muy afortunada.
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