19 enero, 2007

Dejar huella


Creo que mentiría si dijera que no me asusta el paso del tiempo. También lo haría si dijera que tampoco lo hace la muerte o la “nada”… Hace tiempo dejé de preguntarme eso de “de dónde vengo y a dónde voy”. Sin embargo, a veces si pienso en el por qué estoy donde estoy. No creo en eso que llaman destino, para mí no existe un camino marcado, y en el caso de que lo haya, cosa que no creo ser capaz de alcanzar saber, prefiero pensar que lo dibujo cada día, como quien va dejando sus huellas en la tierra mojada. Lo más importante en la vida, nacer y morir son cosas que uno hace sólo (creo que era Jorge Bucay el que decía que el canal del parto y el ataúd son sólo para una persona cada vez), y no sé si uno está destinado a sentirse sólo a lo largo de su vida como consecuencia o efecto de eso. Pero más allá de todo eso siento que todo lo que voy encontrando en mi vida es un enorme regalo… aunque estemos condenados a repetir errores, aunque vayamos perdiendo todo lo que más queremos, a pesar de muchas cosas. Creo en que todos esos sentimientos, emociones, acciones van soplando esa barca en la que voy montada y más que agobiarme todo eso, sentir presión por la decisión más pequeña, siento alegría por no dejar de moverme, por sentirme VIVA. No quiero dejar de descubrir, de aprender, de sembrar, de recoger… Quiero afrontar cada cambio sin alejarme demasiado de mi misma. No quiero una vida estéril, sin frutos… no quiero perderme MI VIDA.

1 comentario:

diddy83 dijo...

Hagas lo que hagas lo escribirás sólo una vez en el destino, no vale la pena arrepentirse, no hay vuelta atrás. Lo único que podemos hacer es mirar hacie delante y seguir dejando huellas en la arena, y cuanto más profundas más tardará el mar en llevárselas. No pises las huellas de nadie, sólo tenemos una oportunidad... yo pienso aprovecharla para ser feliz.