21 abril, 2007

Sólo luz


Siempre que he ido a la provincia de Cádiz me he quedado prendada de sus puestas de sol, de su luz, de ese mar lleno de surfistas. Estuve esta Semana Santa, y como siempre esperé la puesta de sol para hacer fotos como una loca. Tenía la esperanza de conseguir parar el tiempo y hacer ese momento exclusivamente mío, qué egoísta ¿no?.
Los días de descanso allí han sido más que buenos. Me han hecho volver con ganas de seguir con lo que se había quedado en suspenso aquí en Ciudad Real.
Estuvimos en un hotel de la Playa de la Barrosa de Chiclana de la Frontera. Si me tuviese quedar con un momento de esas vacaciones, a parte de los momentos de cafés, me quedaría con una mañana en la que me quedé dormida en una tumbona con las gafas de sol. Creo que hay veces que uno descansa más en media hora que en una noche entera. Recuerdo a mi madre llegar y yo desde mi paraíso particular asomar la mirada por encima de las gafas.
De Cádiz capital siempre me han encantado sus callejuelas pintadas de blanco y amarillo. Me imagino corriendo con alguien imaginario (o tal vez no tanto), perdiéndome y de repente encontrando una freiduria, una heladería, una playa, o un sitio donde tomar una copita de vino blanco, dejando pasar el tiempo, riéndome de todo.

Voy a quedarme un rato así, paseando por Cádiz, robándole su luz y riéndome de la vida. Si consigo desperar del sueño nos vemos esta noche...

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